Hola de nuevo!
Hoy toca un plato de arroz que os va a dejar en un pedestal con cualquiera que pase por casa, o con vosotros mismos. El único truco es ser paciente, y estar junto al fuego desde el comienzo hasta el final de la cocción. Pero tampoco huyáis muy pronto, que no es complicado y el resultado es buenísimo.
Esta semana preparamos: «Risotto de champiñones y espárragos trigueros».
Ingredientes (4 raciones):
- 1 litro de caldo de verduras o de pollo (podéis hacerlo vosotros o comprarlo)
- Carcasa de pollo (para el caldo si lo vais a hacer vosotros)
- 4 dientes de ajo (2 son para el caldo si los vais a hacer vosotros)
- 1 puerro
- 200gr de arroz de grano redondo (el de toda la vida SOS nos vale)
- 200gr de champiñones
- 200gr de espárragos trigueros
- 50gr de queso curado (yo usé Idiazabal)
- Pimienta negra
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
- Limpiamos el puerro quitando la parte más verde y lavamos eliminando toda la arena que pueda traer. La parte verde no la tiramos, ya que la usaremos para hacer el caldo.
- Con un paño húmedo limpiamos la tierra que tengan los champiñones. Les cortamos los rabos y los juntamos con la parte verde del puerro.
- Pelamos los ajos.
- En una cazuela ponemos abundante agua e incorporamos la parte verde del puerro, los rabos de los champiñones, los huesos y dos dientes de ajo. Salamos y ponemos a hervir.
- Mientras se elabora el caldo haremos el sofrito. Para ello picamos el puerro y los otros dos ajos lo más fino posible.
- Ponemos el puerro y los ajos picados en una sartén alta o una cazuela con unas cuatro cucharadas de aceite de oliva y freímos a fuego suave.
- Mientras tenemos en el fuego el sofrito, cortamos los champiñones y los espárragos muy finitos. Yo suelo reservar las puntas por separado para decoración final y los tallos los agrego enseguida.
- Una vez estén listas las verduras (puerro y ajo), subimos el fuego y añadimos las setas y los tallos de espárragos. Doramos un par de minutos.
- El siguiente paso es añadir el arroz. Cocinaremos buscando que el arroz se vuelva transparente, removemos bien para que no se pegue y cuando lo tengamos translucido será el momento de añadir el caldo.
- El caldo lo añadiremos de cazo en cazo y sin parar de remover entre cazo y cazo. Lo que buscamos es que se suelte el almidón al arroz. Gracias a este paso conseguimos la textura de arroz meloso. Es importante que cada cazo de caldo se vaya consumiendo antes de añadir el siguiente.
- Cuando hayamos incorporado la mitad del caldo añadimos la sal a nuestro gusto.
- Habremos terminado de cocinar cuando el grano de arroz no esté duro. Como vamos añadiendo cazo a cazo, es muy fácil controlar el estado del arroz en cada punto y la necesidad de agua.
- Apartamos del fuego, agregamos la mitad del queso rallado y molemos pimienta negra al gusto. Removemos para ayudar al queso a fundirse. Probar y rectificar de sal si fuese necesario.
- En una sartén salteamos las puntas de espárrago con una cucharadita de aceite hasta que queden tostaditas y crujientes.
- El risotto hay que comerlo nada más cocinarlo para que el arroz esté cremoso. Para servir ponemos el risotto en un plato, molemos un poco de pimienta añadimos un poco de queso rallado y las puntas de espárragos por encima… ¡y listo!
Hasta la próxima!